El equilibrio de los neumáticos es un aspecto crítico, aunque a menudo pasado por alto, de la protección de los neumáticos. Los neumáticos desequilibrados provocan vibraciones, lo que provoca un desgaste desigual de la banda de rodadura, llantas dañadas y componentes de suspensión tensos. Los signos de desequilibrio incluyen vibración del volante a 50-70 mph o banda de rodadura desigual (por ejemplo, ahuecamiento o festoneado). Haga equilibrar los neumáticos cuando instale neumáticos nuevos, después de rotarlos o si nota vibración. El equilibrio implica agregar pequeños pesos a las llantas para distribuir el peso de manera uniforme entre el conjunto de llanta y rueda. Descuidar el equilibrio puede reducir la vida útil de los neumáticos entre un 15 y un 20 % y aumentar el consumo de combustible. Para vehículos con llantas más grandes o neumáticos de alto rendimiento, puede ser necesario realizar un balanceo más frecuente (cada 6 meses). Equilibrio de pares con controles de alineación: la desalineación y el desequilibrio a menudo van de la mano. Al mantener los neumáticos equilibrados, se garantiza una conducción suave, un desgaste uniforme y una vida útil prolongada de los neumáticos.