Usar un medidor de presión de neumáticos parece sencillo, pero pequeños errores pueden provocar lecturas inexactas y comprometer la seguridad. ¿Cometes alguno de estos errores comunes?
1. Uso del medidor en neumáticos "calientes":
Conducir calienta los neumáticos y aumenta la presión de aire en su interior. Revise siempre los neumáticos cuando estén fríos para comprobar que la lectura coincida con la presión recomendada para su vehículo.
2. No comprobar la precisión del medidor:
Los manómetros pueden descalibrarse con el tiempo, especialmente si se caen. Compruébelo ocasionalmente con un manómetro de precisión comprobada (por ejemplo, en una gasolinera).
3. Confiar únicamente en el TPMS de su vehículo:
Como ya comentamos, el Sistema de Monitoreo de Presión de Neumáticos de su vehículo es un sistema de advertencia, no un instrumento de precisión. Úselo como respaldo, no como sustituto de una revisión manual.
4. Olvidar la tapa de la válvula:
Esa pequeña tapa de plástico no solo es estética. Sella el mecanismo de la válvula, impidiendo la entrada de suciedad y humedad que pueden causar fugas. Siempre enrósquela bien.
5. No revisar los cuatro neumáticos (¡más el de repuesto!):
La presión puede variar según la llanta. Revísalas regularmente. ¡Y no olvides la de repuesto! Una llanta de repuesto pinchada no sirve en caso de emergencia.
Evite estos obstáculos y se asegurará de que su medidor proporcione los datos precisos que necesita para una conducción más segura y eficiente.